viernes, 10 de julio de 2009

A la carta



Muchos ya saben por experiencia lo que cuesta entender o hacerse entender cuando uno sale a un país extranjero y se encuentra que no sabe ni ‘papa’ del idioma en cuestión. Bien es cierto que lo inmediato es recurrir a uno de esos idiomas como el francés o el inglés, que estudiaste en el siglo pasado y nunca mejor dicho. Pero aquí te encuentras también con otro inconveniente y es que ya se te ha olvidado la construcción de frases, muchas palabras del vocabulario y sólo recuerdas lo más básico; en definitiva saludos, agradecimientos, números y algún que otro plato de las cartas de los restaurantes.

Ahí quería yo llegar, porque claro no todas las cartas, por no decir casi ninguna, tienen la traducción al idioma castellano de sus suculentos platos. Algunos puedes deducirlos, pero otros…Vamos, que como Celia es muy pero que muy bruta y no hay nada que se le resista y no para hasta hacerse entender de la forma que sea, en su reciente viaje, y sabiendo que el codillo de cerdo es uno de los platos que mejor prepara la cocina alemana, señalaba a la camarera la parte de su codo, que no tiene ninguna similitud con el del cerdo pero igual colaba. Ella, que parecía muy espabilada, pareció entenderlo a la primera y ahí que llega a los pocos minutos con un plato cuyo contenido se salía del mismo. Celia se acordó entonces de Carpanta, aquel personaje del TBO tan gracioso, que hubiese disfrutado un montón cogiendo con ambas manos aquel tremendo hueso que emergía de entre un gran trozo de carne. Menos mal que estaba muy bueno.


En otra ocasión la camarera no era tan espabilada, quizás por su juventud y falta de experiencia y Celia que no daba con el significado de aquella palabreja, que se le había atravesado en todos los idiomas, recurrió a imitar el sonido de los animales: primero empezó con el ‘pío-pío’ por si se trataba de un pollo u otra ave y, como éste le falló, pasó con su ‘grrr-grrr’ a imitar al mítico cerdo, cochino, marrano, puerco; que cada uno escoja la denominación que más le guste. La camarera se puso contentísima y asintió por el acierto tan rápido de aquella turista tan graciosa. Y Celia más por supuesto. ¿Se imaginan que Celia hubiese tenido que imitar a un sin fin de animales de graja o de caza ante una paciente camarera que no sabia si reírse o darnos con la bandeja en el mismísimo coco? ¿Qué estarían pensando los comensales que ocupaban el resto de las mesas de la terraza?. Bueno al menos con los ruidos ambientales, el tono de las imitaciones quedaba amortiguado y no llegaría con tanta nitidez a sus oídos.

Sin embargo, hay una palabra que la entiende todo el mundo, es universal: ’Bier’ o sea cerveza y la digas como la digas, al instante estarás complacido. La única pregunta que te harán es si la quieres grande o pequeña, pero en inglés claro. Faltaría más. Y como tienes esa palabra tan aprendidita pues ¡hala! a la rica ‘bier’, como mínimo tres diarias y de 33ml. Otros se las bebían de una sentada, pero Celia no es precisamente una bebedora. La ventaja es que tiene poca graduación y no se sube a la cabeza. Algo es algo.

5 comentarios:

circe dijo...

"pio-pio? grrr grrr?"...Pero...tú exactamente....qué querías pedir????.....Anda que por poco, con tus sonidos onomatopéyicos te plantan una gaviota en el plato...ay Dios, si es que luego no me extraña que fuera sólo nos identifiquen con la canción de los pajaritos.....bueno te dejo que estoy en el curro...Muy bueno!!, era la puntilla que le faltaba al post anterior

celia dijo...

No puedo dar respuesta a tu pregunta porque ni yo misma lo sabia, pero creo recordar que el acompañamiento era interesante y por eso quise saber. Lo cierto es que acertamos. Guapo el mozo de la foto ¿eh?. Efectivamente ha sido la puntilla, pues anécdotas hay muchas pero no tan graciosas. Sigue currando no sea que te pesquen in fraganti y se asusten con esa cara del cochino.

Mariquilla Terremoto dijo...

Muy guapo el cerdazo, y el pollo no tiene desperdicio.
Yo creo que le dió un aire cuando te oyó. Muy bueno chata. Pero cuidado con las cervecitas (que luego cuesta activar la zona pélvica.....

celia dijo...

Pese al cerdo, pese al pollo y pese a las cervezas, no se me han olvidado las activaciones de marras. Ten cuidado que estoy en ello.

circe dijo...

cualquiera que os oiga eso de "activar la zona pelvica"...menos mal que sabes que es por que haceis pilates...jajajajja