martes, 14 de julio de 2009

Cumpleaños feliz...




“Quisiera ser tan alta como la luna, ¡ay, ay!, como la luna”, canturreaba Celia por lo bajines mientras limpiaba con una bayeta el polvo de los muebles de su casa, pues ese día le había fallado la asistenta. Y ¿por qué canto yo esa canción y no una del ‘Dúo Dinámico’ que tanto me gustaban en mis años mozos?, se pregunta un tanto pensativa. Será que tengo el día un tanto infantiloide. De pronto recuerda que es el cumpleaños de su nieta mayor: 14 años ya. “Me están haciendo un poco viejecita, pero conmigo no pueden. Faltaría más“.

Celia marca su número de teléfono y tras felicitar a su angelical nieta y ahijada, quedan para ir a buscar un regalito. Hasta ahora la abuela siempre había cumplido con un regalo maravillosamente empapelado y atado con un precioso lazo sujeto al envoltorio con una etiqueta que rezaba: ‘Felicidades’ o ‘Que tengas un feliz día. Pero en esta ocasión prefirió salir con su nieta y ambas se encaminaron a esas tiendas de moda juvenil, que además estaban de rebajas.

¡Qué locura!, y eso que era un día lluvioso. Su madre ya la había advertido de que de ropa nada, pero no contó con que Celia llevaba la tarjeta de crédito y que ambas salían por primera vez de compras solas. Sin mosquitos alrededor que estén continuamente incordiando sobre esto sí y esto no. Ella a su aire, empezó a fijarse en unos vestidos negros. “No puede ser, se decía Celia, esta se me quiere poner ahora de luto. Y yo, su abuela, tratando de ponerme los vestidos más pintorescos y alegres de la temporada veraniega”.

Visitamos tres tiendas y de las tres salió con un paquetito en la mano. Que si camisetas, que si una blusita, unos pantalones con peto. Después de este último tuve ya que poner freno a tanto despilfarro juvenil, aunque en el fondo Celia disfrutaba de la ilusión que reflejaban los ojos de su nieta. Además la había regalado también un MP4 para oír su música favorita. Luego me confesó que había borrado las canciones que metí en su día para mi deleite, pues los gustos, como no, no eran coincidentes. Igual estaba la canción de ‘Quisiera ser tan alta como la luna, ay, ay‘…..

3 comentarios:

circe dijo...

jajaaja...pasando la bayeta????...anda ya!!!!.....Bueeeeeno, te creo....Tú tranquila que yo me sentí igual de perdida en la tienda esa rodeada de adolescentes indómitas locas por comprar desde un mechon de pelos (?) -prefiero no pensar para qué...hasta unas medias de rejilla de color naranja pito....Ahí fue cuando fui consciente de que el tiempo pasa....Jo, y yo con 14 años casi casi que aún me comprabas la ropa en la sección infantil de las tiendas.....cómo pasa el tiempo....(Dios!!!! me estoy haciendo mayor!!!!!) grrrrrrrr

celia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
celia dijo...

Eran otros tiempos y seguro que no había tantas tiendas para jovencitas. Ahora hay una gama tan extensa que solo incita al gasto puro y duro. Los tiempos cambian que es una barbaridad...(y esto queda entre tu y yo..jeje)