martes, 23 de noviembre de 2010

Karaoke para todos


Durante uno de sus paseos vespertinos. Celia y Mariquilla Terremoto se encontraron en la calle con una mujer que, sentada sobre un taburete, cantaba una dulce canción acompañada de música enlatada. Habría superado ya los sesenta y cinco años, era rubia de pelo corto, tenía los ojos azules y unas facciones muy dulces. Parecía centroeuropea. Ambas se la quedaron mirando y Mariquilla dirigiéndose a Celia la pregunto: ¿Alguna vez has cantado karaoke?.

- Ocasiones las he tenido bien cuando sales con grupos de amigos y amigas o cuando te alojas en algún hotel donde suele ser una de las distracciones favoritas para entretener a los huéspedes mientras toman una copa tras otra. Así salen luego las canciones.
- Si te dieran la oportunidad, ¿qué canción te gustaría cantar?, dice Mariquilla.
- Pues mira una que va muy bien con el día de hoy: ‘Piove’, te acuerdas, aquella que cantaba Domenico Modugno. Y mientras dice eso Celia, que camina con sus botas katiuska y bajo el paraguas, empieza a entonar la canción: “Mille violini suonati dal vento, tutti i colori dell´arco baleno, vanno a formare una pioggía d´argento, ma piove, piove sul nostro amore. Ciao, ciao banbina…..

- Oye para que te está mirando la gente.
- Bueno chica, a lo mejor es la oportunidad de mi vida. Te imaginas, yo la maravillosa Celia, con mi vestidito rojo, subida en un escenario, la alcachofa en mano y recordando a Modugno. Por cierto no me has dicho a quien te gustaría interpretar a ti.
- Mariquilla no lo duda ni un instante: al ‘Dúo Dinámico‘. Me sé todas sus canciones o sea que no necesito carteles que me vayan poniendo la letra.
Para asombro de Celia, Mariquilla empieza a entonar la canción también italiana de ‘Volare’.

Ambas siguen caminando, como dos cabras locas pero felices, metiéndose en todos los charcos que se les pone por medio. Hoy tienen clase de pilates y cuando llegan allí preguntan a la profesora: ¿Conoce la canción de Piove?
Esta frunce el entrecejo y responde con un no rotundo.
Celia no se lo puede creer. Recuerda que fue una de las canciones que además de ganar el festival de San Remo, se convirtió en una de las más populares de principios de los años sesenta. De pronto se la queda mirando y cae en la cuenta de que la diferencia de edad es abismal. Estas perdonada mi niña, pero no sabes no lo que os habéis perdido vuestra generación.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Elecciones sexistas


Falta solo una semana para que se celebren las elecciones catalanas y, sin duda, han sido las primeras celebradas en nuestra querida España en cuya campaña un buen número de partidos ha abogado por utilizar el sexo para captar a sus votantes, a los indecisos y a los desencantados. ¿Lo conseguirán?. Vamos que últimamente los extremeños, los andaluces y los catalanes se están soltando la melena: primero fue en el área educativa, en el que se planteaban clases específicas sobre la sexualidad. Como si los enanos de ahora no supieran griego, latín y de todo. Y ahora esto.

Después de ver a un presidente de la Generalitat disfrazado de ‘superman’ al más puro estilo de los cómics americanos y bajo el lema de ‘El increíble hombre normal’ (no sé a quién se referirá), su campaña se centra en aquellas cosas que interesan a los más jóvenes y ojo que como tal ’superman’ tiene poderes para cambiar las cosas. Pero ahí no acaba todo, ya que la campaña del partido al que representa, ha hecho un vídeo en el que hace alusiones al sexo. Lo llaman el ‘vídeo orgásmico‘, toma ya, y nos muestra el indescriptible placer que siente una votante al depositar su voto en la cajita de cristal. ¿Se imaginan a toda una cola, que espera pacientemente dejar su papeleta en las urnas, haciendo alarde de su inconmensurable placer? Algunos pensarían si se habrían confundido de local y estarían en uno de alterne.

Pero vamos a por más, pues también la actriz del cine pornográfico María Lapiedra ha grabado un vídeo de apoyo al ex presidente del Barça, otro de los candidatos, en el que aparece en ropa interior paseándose por los lugares más emblemáticos de la capital madrileña, calle arriba, calle abajo, ondeando la bandera independentista al tiempo que para la circulación mientras se grababa el vídeo en cuestión. Y yo me pregunto: ¿Por qué no lo grabó en Cataluña? No es por nada.

Otra candidata, Montserrat Negrera no ha querido ser menos y se ha unido a esa moda de hacer spots publicitarios con poquita ropa. Para ello recorre los pasillos y otras estancias de una casa en las que se observa ropa interior tirada por el suelo, copas de cava, botellas, camas con la ropa revuelta y al final se dirige a su público para decirles que si quisiera montar un escándalo se quitaría la toalla que lleva puesta (se supone que acaba de salir de la ducha). ¿Qué querrá decirnos con esto? A lo mejor no estamos en su onda y su lema transmite algo así como que si llega al Gobierno catalán va a bajar los impuesto o va a crear más puestos de trabajo. ¡Qué se yo!.

Y ya por último, a que viene ese spot, que bajo el lema de ‘Rebélate’ aparece una procesión de ciudadanos todos desnuditos cual ‘evas’ y ‘adanes’ en el paraíso terrenal.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Disfrutar el día a día


No hay mejor cosa que disfrutar del presente, del día a día. Dicen que después de la tempestad siempre vine la calma y Celia aprovechando un día soleado fuera de lo común en este otoño, sobre todo por la temperatura, se pone ropa cómoda, incluidos los zapatos y sale de casa con la intención de dar un maravilloso paseo y digo maravilloso porque ha decidido cambiar de su rumbo habitual y encaminar sus pasos hacia una zona más tranquila de la ciudad, lejos de bullicio que engendra el tráfico, las cafeterías, el comercio en general y el deambular de la gente de acá para allá siempre con prisas.

Después de una caminata de al menos tres kilómetros, siente la necesidad no ya física sino psicológica, de sentarse en un banco. ¡Qué placer contemplar ese mar en calma y al mismo tiempo dejarse acariciar por un sol que ya no quema y respirar el olor a mar y, que casualidad, a hierba recién cortada!. ¿Se puede pedir más?.

Tras de sí, una carretera bordea toda la costa por la que transitan coches y más coches, autobuses y más autobuses. No es que provoquen un ruido infernal, pero de pronto nota la diferencia cuando todo queda en silencio. ¿Qué ha pasado? Nada digno de mención. Solo que por un momento la circulación se ha parado. El silencio se nota, se respira, se palpa. Todos los sentidos se concentran en ese momento y entonces Celia cierra los ojos, agarra bien el bolso por si las moscas, y hasta sus oídos llega el ruido de las pequeñas olas cuando llegan a la orilla. Es solo un minuto o quizás menos hasta que el ladrido de un perro la saca de su ensimismamiento, mira hacia la playa y observa al canino correr de un lado para otro; se ve que está feliz sobre todo ahora que puede hacerse el amo y señor de la playa tras haber pasado la temporada veraniega. Se mete en el agua para recoger un palo que le ha tirado su amo, sale con él en la boca y de nuevo vuelve a repetirse la operación. No se cansa, ladra a su amo para que siga con el juego y así una y otra vez.

De nuevo vuelve el silencio y Celia disfruta a tope de esos segundos, cierra los ojos, pero pronto los abre para contemplar ese mar en calma, los pueblecitos del sur de la bahía y es entonces cuando recuerda al cantante Jorge Sepúlveda, quien cantó tantas veces a esa ciudad inspirado en la belleza de su bahía.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Que se nos va la Y?


¡Qué lío, qué lío!. Ahora no sé si mi apellido lo voy a poder escribir con la ‘i griega’, porque dicen que igual desaparece del diccionario, o que en vez de denominarse como hasta ahora pues igual pasa a llamarse ‘la ye‘. El debate debe ser muy intenso pues hace meses que ya se viene discutiendo. ¿Cuál será el resultado final? A saber. Esto no tiene ni pies ni cabeza. “Y por qué yo no voy a poder escribir mi apellido como a mí me dé la gana o mejor dicho como está inscrito desde que nací en el Registro Civil y que heredé de mi padre y este de mi abuelo y mi abuelo de mi bisabuelo y así sucesivamente?, reclama Celia un tanto cabreada. Se habrán dado cuenta nuestras cabezas pensantes de la Real Academia de la Lengua Española en qué tinglado se están metiendo?. Ellos son muy inteligentes y cuando hacen esos ‘arreglos’ por algo será.

De todas formas, vaya lío que están armando con estos cambios. A este paso todo va estar permitido: los acentos que cada uno los ponga donde le dé la gana, la palabra burro que más dará escribirla con ‘b’ o con ‘v’ si al final las nuevas generaciones van a ser más burras y analfabetas. Y así nos va o les irá. Para muestra de lo que dice Celia, esos mensajes que mandan los españoles a los debates que se celebran en las diferentes cadenas de televisión y donde se ve cada falta de ortografía que es de traca. Uno que no sabe si atender a los mensajes o a lo que nos está contando el contertulio de turno, ‘bota’ en el sillón cuando ve esas faltas que dañan el sentido de la vista. “Si mi maestra, recuerda Celia, hubiese visto en una redacción o examen algo por el estilo habría castigado a la alumna en cuestión a repetir al menos cien veces esa palabra hasta que se la aprendiese de memoria. Y vamos que si daba resultado.

Celia tiene un apellido un poco raro y muchas veces tiene que deletrearlo cuando hace una gestión ante una ventanilla o incluso en una simple tienda. Se imaginan cuando llegue a la letra ‘y’ y tenga que decir: ‘la ye‘. Vamos que la cara de pasmo que se le queda a su interlocutor/ra puede ser de película.
- ¿Qué es eso de ‘la ye‘ ?.
- Si hija, no es la ye-ye extraída de la canción de Concha Velasco, es la nueva letrita de nuestro alfabeto que la quieren llamar así, en el mejor de los casos, porque igual desaparece. Y no me da la gana de cambiar mi apellido, joe, dice Celia indignada.
- ¿Y como digo a una persona “yo me llamo Margarita“, por ejemplo?.
- Pues igual hay que decir io, que tiene una connotación muy italiana y además suena bien. No te preocupes, que seguro que de esta vamos a salir políglotas.
- Y eso que es?.
- Que al final vamos a saber más idiomas que el papa.