sábado, 15 de enero de 2011

Prohibido prohibir


- Abuela, ¿es verdad que ya no fumas?, pregunta a Celia uno de sus nietos, mirándola con cara de candidez y al mismo tiempo de admiración.
- Has acertado, pero quiero que quede bien claro que: primero, lo dejé hace cuatro meses; segundo, por voluntad propia, y tercero, POR-QUE-ME-DIO-LA-GA-NA. O sea que nadie me lo ha impuesto ni atentó contra mi libertad. ¡Faltaría más!.
- Y no lo echas en falta?.
- Pues mas bien como que no. Y me alegro de haberlo hecho a tiempo porque si no lo hubiese pasado mal. Ya sabes todo lo que te prohíben te sienta como una patadita en salvase a las partes.
- ¡Ah!, dice el niño, quien no acaba de entender el contenido exacto de la palabra PROHIBIR. El sabe que es algo así como impedir y entonces recuerda que su profesora les ha dicho en clase que no deben hablar.
- Algo así, hijo, algo así.

- Pero, y él vuelve a la carga, yo veo a la gente fumar en la calle y en mi casa mis padres también fuman y cuando vienen sus amigos no te quiero ni contar, abuela, y además hay alguno que fuma unos puros así de grandes (señala con sus manitas), como el presidente de Cantabria. Entonces, ¿por qué lo han prohibido y por qué en unos sitios se deja fumar y en otros no?.
- Buena pregunta chico y te la voy a contestar: Dicen los que mandan en este país, que es para que tú crezcas más sano y de esta forma preservar el cáncer de pulmón o que al menos no siga aumentando el número de enfermos, pues fumar tú sabes que es malo y conlleva muchos gastos sanitarios para poder curarles, razona la abuela. De ahí, que hayan prohibido fumar en los lugares públicos, en las cafeterías, en los restaurantes. Pero eso sí, puedes fumar en la calle todo lo que quieras y en tu casa ( al menos por ahora). Lo malo es que cuando llegues a la adolescencia es posible que te ofrezcan el primer pitillo y si te gusta sigas adelante como lo han hecho todos los jóvenes de todas las generaciones. ¿Quién lo va a impedir?. Y eso sí que no va a cambiar por mucho que se empeñen.

- Abuela, no lo entiendo, explícame por qué, si está prohibido fumar en esos sitios, se sigue vendiendo tabaco.
- Por pura lógica, hijo, que algún día entenderás. De algo hay que vivir y el tabaco deja mucho dinero al Estado.
- ¿Y tú crees que la gente dejará de fumar?.
- Unos sí, otros no. Al tiempo.

3 comentarios:

circe dijo...

en fin...qué gran contradicción!! toda la razón del mundo...aunque mejor...no opino....Yo...a contracorriente...(espero que no por mucho tiempo)

celia dijo...

De algo hay que vivir y por eso a machacar a los viciosos. Ya verás como dentro de poco tampoco se podrá fumar en las terrazas de tu casa porque seguramente el humo incordiará a los vecinos y entonces no te quedará otro remedio que fumar en la p. calle y ojo que no sea en un parque público.

Mariquilla Terremoto dijo...

Ahora hay más humo en la calle, que en los bares, y nó precisamente debido a los coches....