miércoles, 10 de noviembre de 2010

Que se nos va la Y?


¡Qué lío, qué lío!. Ahora no sé si mi apellido lo voy a poder escribir con la ‘i griega’, porque dicen que igual desaparece del diccionario, o que en vez de denominarse como hasta ahora pues igual pasa a llamarse ‘la ye‘. El debate debe ser muy intenso pues hace meses que ya se viene discutiendo. ¿Cuál será el resultado final? A saber. Esto no tiene ni pies ni cabeza. “Y por qué yo no voy a poder escribir mi apellido como a mí me dé la gana o mejor dicho como está inscrito desde que nací en el Registro Civil y que heredé de mi padre y este de mi abuelo y mi abuelo de mi bisabuelo y así sucesivamente?, reclama Celia un tanto cabreada. Se habrán dado cuenta nuestras cabezas pensantes de la Real Academia de la Lengua Española en qué tinglado se están metiendo?. Ellos son muy inteligentes y cuando hacen esos ‘arreglos’ por algo será.

De todas formas, vaya lío que están armando con estos cambios. A este paso todo va estar permitido: los acentos que cada uno los ponga donde le dé la gana, la palabra burro que más dará escribirla con ‘b’ o con ‘v’ si al final las nuevas generaciones van a ser más burras y analfabetas. Y así nos va o les irá. Para muestra de lo que dice Celia, esos mensajes que mandan los españoles a los debates que se celebran en las diferentes cadenas de televisión y donde se ve cada falta de ortografía que es de traca. Uno que no sabe si atender a los mensajes o a lo que nos está contando el contertulio de turno, ‘bota’ en el sillón cuando ve esas faltas que dañan el sentido de la vista. “Si mi maestra, recuerda Celia, hubiese visto en una redacción o examen algo por el estilo habría castigado a la alumna en cuestión a repetir al menos cien veces esa palabra hasta que se la aprendiese de memoria. Y vamos que si daba resultado.

Celia tiene un apellido un poco raro y muchas veces tiene que deletrearlo cuando hace una gestión ante una ventanilla o incluso en una simple tienda. Se imaginan cuando llegue a la letra ‘y’ y tenga que decir: ‘la ye‘. Vamos que la cara de pasmo que se le queda a su interlocutor/ra puede ser de película.
- ¿Qué es eso de ‘la ye‘ ?.
- Si hija, no es la ye-ye extraída de la canción de Concha Velasco, es la nueva letrita de nuestro alfabeto que la quieren llamar así, en el mejor de los casos, porque igual desaparece. Y no me da la gana de cambiar mi apellido, joe, dice Celia indignada.
- ¿Y como digo a una persona “yo me llamo Margarita“, por ejemplo?.
- Pues igual hay que decir io, que tiene una connotación muy italiana y además suena bien. No te preocupes, que seguro que de esta vamos a salir políglotas.
- Y eso que es?.
- Que al final vamos a saber más idiomas que el papa.

4 comentarios:

Chus dijo...

¡Vaya!, ¡qué alegría ver que regresaste!

Para mi que los que decidieron de repente legislar el orden alfabético de los apellidos y los que decidieron cambiar de nombre a la "i griega", le compran la hierba al mismo camello y se la ha vendido caducada. Igual les dio alfalfa, y así van...

celia dijo...

Muy bueno tu comentario Chus. Está apañado el que quiera dentro de unos años hacer el árbol genealógico de su familia, por ejemplo. Lo van a tener pero que muy crudo.

circe dijo...

ye....ye.....y a eso dedican el tiempo libre???....Pues desde aqui reivindico la nacionalidad griga de la "ye".

celia dijo...

A eso y a otras muchas chorradas, Circe y claro así nos va. Está visto que no tienen otra en la que pensar.