martes, 8 de diciembre de 2009

Luces e ilusiones


Miles de bombillas de diversos colores iluminan la ciudad, lo que invita a la gente a salir a pasear. Padres con sus hijos pequeños, jóvenes y mayores ‘patean’ las calles haciendo casi imposible su tránsito. El buen tiempo, las temperaturas, altas para esta época del año, ha contribuido a que de nuevo las terrazas de las cafeterías estén como en pleno verano, o sea a tope.

Sin duda hay gente para todo, pero ‘haciendo camino’ por unas y otras calles contemplamos la infinidad de colas de gente que hay para las cosas más contradictorias: Colas para patinar en la pista de hielo, colas para comprar castañas, colas para comprar helados, colas para comprar perritos calientes, colas pasa sacar las entradas del cine. Y claro, como es fiesta, también nos hemos encontrado con colas en las farmacias de guardia, colas en las paradas de los autobuses y en la de los taxis. Vamos que si nos descuidamos hay que pedir permiso hasta para entrar en las cafeterías. ¡Qué mareo, por favor!.

La gente vive ya el prólogo de las deseadas fiestas navideñas, tan temidas a su vez por otros, y se acercan también a los mercadillos instalados en estas fechas, donde uno puede adquirir pañuelos y más pañuelos, bufandas, fulares y bisutería. Todo se repite con algunas diferencias. También hay juguetes imitando los antiguos de hojalata. Los niños, acostumbrados a manejar coches, aviones o barquitos con el mando a distancia, se quedan atónitos cuando ven como el dueño del establecimiento en cuestión da cuerda al juguete de turno con una llave ya en desuso en estos tiempos que corren. Pero, sin duda, todo tiene su encanto.

2 comentarios:

circe dijo...

Desde luego...a mi me gusta cuando ya en ocubre o noviembre las calles huelen a castañas (es decir, no todas, sino donde hay un puesto que las vende, claro) y eso anuncia que pronto llega la Navidad....Aunque me hace recordar cuando vivia en otra ciudad y aquello me anuncaiaba que prondo volvería a casa por Navidad...(como el turrón)

celia dijo...

Pues nada chica, aquí estamos con los brazos abiertos para recibir a toda la panda en estas fiestas y con el olor de las castañas aun en las calles. Besos.