miércoles, 16 de junio de 2010

Para todos los gustos



Llueve, llueve y llueve, pero ello no es obstáculo para que Celia y su hermana ‘Mariquilla terremoto’ salgan a dar un paseo. Como el tiempo ha refrescado llega un momento en que la vejiga también lo acusa y la necesidad de vaciar la misma se haga cada vez más apremiante, por lo que no queda más remedio que entrar en algún lugar antes de llegar a casa. La prisa apremia y eso es lo malo. Para estos casos lo mejor es una cafetería y si está llena pues mejor que mejor. Al menos ambas creen que se pasa más desapercibida. En fin, eso habría que preguntárselo a los camareros. Lógicamente si eres una habitual de equis local el problema ya no sería problema.

Pero he aquí que entraron en una nueva para ellas, desbordada a esa hora la tarde de gente e iniciaron el recorrido, señalizado por unos grandes carteles que decían: ‘Aseos’ y flechas por aquí y por allá; se conoce que es para que nadie se despistara. Al llegar a las puertas en cuestión, Celia dirige su mirada hacia la de las señoras y se encuentra con una dama sentada en un inodoro. ¡Oh, que original la placa en cuestión!; claro que a continuación y, por pura y mala curiosidad, miró hacia la puerta de los caballeros, quedándose con los ojos a cuadros. Allí estaba la silueta de un señor con un pene que ya quisieran muchos para sí.

“Pero tú ves”, le comentaba luego a Marquilla entre risas, ya que este tipo de placas no son precisamente muy habituales en las puertas de los aseos. Generalmente estamos habituados a ver las placas donde ponen ‘Hombre o Mujer‘, ‘Adán y Eva‘, ‘Señoras y Caballeros‘, ‘Toilettes‘; hay otras placas en las que nos muestran las siluetas de un hombre y una mujer, la de un caballero o una dama de época, la de ambos con una pipa o una sombrilla o un abanico. Vamos que hay para todos los gustos.

Y nunca mejor dicho, porque hablando Celia y Mariquilla recuerdan haber visto otras placas como aquellas en que tanto el hombre como la mujer están con las rodillas apretadas y las manos en sus respectivos ‘aparatos’ acusando la hiperactividad de la vejiga o aquellas otras en que a la mujer se la representa como una ese (S) un poco desfigurada y por cabeza un redondelito y al hombre una línea quebrada, vamos echado para adelante, igualito, igualito como cuando el profesor de Pilates nos dice que hagamos ‘in Princ’. Ojo, que tampoco le falta la cabeza.

Sin duda las placas indicativas de los aseos da para un tratado. Suena a guasa, pero ¿cuántos distintivos habrá que no hayamos visto?.

2 comentarios:

circe dijo...

1- y por qué no le has sacado una foto?? -a la placa, digo-
2- que tiene que ver el frio con la vejiga?
3- no es por nada pero...( ya sabemos que el dueño la tiene pequeña)...

celia dijo...

Primero: no crteo que saliera muy bien pues el pasillo estaba semioscuro y ya sabes que los móviles no hacen milagros.
Segundo: Hay una coordinación total entre ambas. No te has dado cuenta de que la cantidad y el número varían mucho del invierno al verano? He dicho.
En cuanto al tercer punto me callo.